jueves, 18 de noviembre de 2010

Balance del año




Por estas fechas, siempre suelo hacer balance de lo que ha sido el año ciclista. Momentos, emociones, sitios, gente, marchas, entrenos, lesiones, averías, etc.

Una vez analizados los pros y las contras de todo lo anteriormente citado, es cuando empiezo a pensar en el próximo año. En nuevos retos, nuevos viajes, nuevas marchas, nuevos entrenamientos. Intentar estar mejor que el año anterior. Algo que cada vez me cuesta más, debe de ser la edad; pero mi cabeza no piensa igual, pues tengo la misma ilusión y ganas que cuando tenía 18 años. Así que eso de la edad no me preocupa lo más mínimo.

Este año, personalmente fue muy intenso y muy bonito. He hecho muchos kilómetros en compañía de muy buenos amigos, he disfrutado como hacía muchos años no lo hacía en bici, he conocido sitios a los que nunca pensé que podría llegar. Y hostias si llegué… Todos esos momentos los he vivido con toda mi ilusión y mis fuerzas , no hay día que no los recuerde, tanto a mis compañeros como a los maravillosos sitios que he visto. Estoy pensando en los Dolomitas, Un sueño hecho realidad.

Para el 2011 tengo pensado comenzar a entrenar, mejor dicho ir haciendo la base de los entrenamientos en Diciembre, Enero, y Febrero. A partir de ahí, comenzar con entrenamientos específicos, series, y demás cargas de trabajo, para llegar a Mayo en buenas condiciones, y después intentar mantenerme y seguir progresando poco a poco, pero sin quemarme.

Normalmente suelo hacer al año unas 10 o 12 marchas en la temporada, y unos 15.000km aproximadamente. Lo de los kilómetros no cambiará, pero lo de las marchas he pensado que se acabó el hacer tantas en el año. Me haré 3 o 4 máximo y se acabó.
Prefiero hacer recorridos por la geografía española con los amigos y descubrir nuevos sitios pero sin el agobio de las marchas, cada vez mas masificadas y muchas de ellas un negocio, sin importar el servicio que dan a ciclistas y acompañante. Por supuesto que hay marchas muy buenas, no me cabe duda, pero otras dejan mucho que desear.

Intentaré hacer alguna travesía larga. Este año mi principal objetivo está el los grandes Alpes, así que casi seguro que en agosto me perderé por esas montañas. Para eso todavía queda mucho, pero hay que ir planificando para tener una motivación que es, a nivel deportivo, donde están mis proyectos de futuro, y en donde van encaminados mis entrenamientos.

De momento a esperar, que está lloviendo... Pero tengo rodillo.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Fin de temporada


Pedro Horrillo y yo, en la salida de la Clásica de los Puertos esmeralda. Año y medio después de su gravísimo accidente en el giro de Italia sigue dándole a los pedales y muy bien por cierto.

Con la Clásica de los Puertos Esmeralda, pongo el broche de oro a una temporada ciclista muy intensa y muy bonita. En la cual he vivido grandes momentos, algunos muy intensos, llenos de épica y de emoción, como ha sido mi travesía por los Dolomitas. En la que he podido disfrutar de un gran sueño hecho realidad, y he tenido la suerte de conocer a muy buena gente y tener nuevos amigos, que espero sean para siempre.

Han sido muchos momentos encima de la bicicleta, muchos entrenamientos para estar lo mejor posible. Muchas marchas, muchos puertos, y sobre todo, mucho apoyo y comprensión por parte de mi mujer, Rosa, de la que estoy muy orgulloso y agradecido de que comparta conmigo esta pasión y que me acompañe en todas mis aventuras.

Ahora toca descansar, y en Diciembre volver a pensar en nuevos retos y nuevas aventuras. Pero para eso todavía queda tiempo. De momento me quedo con los buenos recuerdos que este año he podido vivir. Los malos no interesan... ¿Que seria de la vida sin recuerdos? Sencillamente, nada.

jueves, 19 de agosto de 2010

Dolomitica Xtren 2010


Estamos en Milan.


Un sueño hecho realidad.

Cuando era un niño, soñaba con subir esos puertos Italianos que no sabia exactamente dónde se encontraban, simplemente oía las gestas y hazañas que los ciclistas hacían subiendo esos colosos alpinos y dolomíticos. Esos nombres sonaban en mi cabeza: Stelvio, Falzarego, Gavia, Tre Cima di Lavaredo, etc.

Algún día yo subiría esos puertos.Este año pude hacerlo realidad y compartirlo con la persona que también compartió mi sueño y me aguanta esta locura de la bici, mi mujer, tan sufridora como yo, pero de otra manera.Gracias por estar a mi lado.

Y ahora sigo soñando con esas montañas pero de otra manera.
Yo he estado allí, las he sentido, las he sufrido, las he admirado, y las he disfrutado. Ahora tengo una parte de mí en los Dolomitas, ahora todo es distinto.
Me traigo muchas imágenes, muchos momentos inolvidables, muchas emociones, un montón de amigos, y muchas anécdotas para recordar siempre.

El miércoles 21 de julio llegamos al Sport Hotel Europa en Alleghe, que pertenece a la provincia de Belluno. Es un precioso pueblo alpino que esta a los pies de un lago que se formó en el 1700 por un derrumbe de la montaña que taponó el río, el cual formo lo que ahora es el lago.

Este viaje lo realicé con Terra Diversions de Barcelona, un grupo humano compuesto por cuatro personas estupendas de las cuales tengo un grato recuerdo.

Gracias Nora, por tus cuidados y atenciones con nosotros, “tus niños”.

Gracias Ángel por todos tus ánimos y palabras de aliento en todos los puertos, y por ese pulpo á Feira que nos tenemos que comer.

Gracias Albert por tu paciencia con nosotros, y por tenernos todo a punto para comer en los avituallamientos.

Gracias Pau por tu generosidad en los puertos y por hacerme más llevadero el final de alguno de ellos.

Las jornadas comenzaban temprano, a las 7h había que levantarse para desayunar a las 7,30h. A las 8,30h salíamos para realizar la etapa correspondiente del día, que la noche anterior se explicaba con todo detalle cómo iba a ser y con las dificultades que nos encontraríamos.


Alleghe en la noche, tiene un color anaranjado.



Sottoguda.

Día 1 (3.310 m. de desnivel).- Passo Fedaia (La Marmolada), Passo de Sella, Gardena y Campolongo. Hablar de qué recorrido es más fascinante es difícil, todos tienen algo especial, y no te cansas de admirar tanta belleza natural.El Paso Fedaia es un puerto muy duro con sus cuatro últimos kilómetros que parecen no acabarse nunca. Al comienzo de este impresionante puerto pasamos por el cañón de Sottoguda, de una belleza casi irreal. Una carretera estrecha con altísimas paredes de roca llena de vegetación, un torrente de agua cristalina que te deja con la boca abierta en los tres kilómetros que tiene. Esta carretera está cortada al tráfico y sólo se puede pasar con un permiso que tienes que pedir.

Los otros tres Passos no se quedan atrás en belleza y dureza, cualquiera de ellos merece la pena verlos y disfrutarlos.



Passo Giau.


Nos dirigimos al passo Sella.


Passo Fedaia

Día 2 (3.760 m. de desnivel).- Passo Giau, Tre Croci, Tre Cime di Lavaredo y Passo Falzarego.Tal vez la etapa más dura, 3.760 m. de desnivel acumulado.El Giau, un puerto largo y de una singular belleza. En once kilómetros una dureza mantenida casi al 10%. Descendemos a Cortina D´Ampezzo para afrontar la subida a Tre Croci de 8 Km. de ascensión para hacer una pequeña bajada que nos lleva al lago Misurina, para afrontar el temido y muy duro(tal vez el mas duro de todos los que subimos) Tre Cima di Lavaredo, con tan solo 8 kilómetros, cinco de ellos entre el 12 y el 15 por ciento de media con puntas del 18%. Aquí cada uno subió como pudo. Hay muy poco tráfico, pues hay que pagar un peaje por subir. El cielo amenazaba lluvia y el paisaje parecía de una novela de Tolkien. Tornati tras tornanti, este puerto parece que no se acaba nunca, pero todo tiene un final y después de una curva diviso el refugio a la derecha y una sonrisa de oreja a oreja se dibuja en mi cara. Ya está conseguido, ya lo tengo, soy feliz de coronar este puerto con el que tanto he soñado y visto en las fotos. Terminamos el día con el Falzarego, donde la lluvia nos acompañó un rato y tuvimos que abrigarnos para bajarlo. La bajada de 14 Km. la hacemos por Selva di Cadore, una preciosa bajada con muchas tornanti que hace que disfrutes como un niño.
Al llegar a Alleghe todavía tenemos fuerzas para disputar un volata, la cual lanzo pensando que estoy entrando en el pueblo, pero después de 200m. veo que todavía me queda mucho, así que soy engullido por el pelotón.

Día 3 (3.470 m. de desnivel).- Passo Duran, Forcella Staulanza y Colle Santa Lucía., El Passo Duran es todo un puertazo con mucho desnivel que se agarra mucho. Esta etapa fue la más corta de toda la travesía pero de igual belleza que las anteriores. Tuvimos toda la tarde libre para hacer un poco de turismo, Rosa y yo subimos a la estación de esquí del pueblo, que se llama Civetta.

Es un placer estár aquí contigo.




Día 4 (2.620 m. de desnivel).- Passo Valparola y Plan de Coronas

Para coronar Valparola subimos de nuevo el Falzarego pero por la vertiente contraria, tomamos un desvío y nos lleva a la cumbre de Valparola. Desde aquí un descenso largo que nos lleva hasta Alta Badia, desde allí continuamos para subir el Paso Furcia donde termina el puerto que da pié a los remontes de la estación de esquí de Plan de Corones; aquí la carretera se termina y comienza lo que es un camino de cabras lleno de grava y arena por la que hace tres meses se hizo una cronoescalada en el Giro. Este camino no esta hecho para bicicletas de carretera, es una locura subirlo, pero lo subimos casi todos. Son 5 Km. interminables y de difícil conducción, pues la bici patina si te pones de pie, la dirección en las curvas es difícil de dirigir,… en fin, una verdadera trampa, y luego piensa que tienes que bajar por el mismo sitio.
Aquí te encontrarás con rampas del 17 al 25%, en la zona alta soplaba un viento fortísimo que a punto estuvo de sacarme del camino y llevarme a la pradera, pero al final lo subimos y lo bajamos sin novedades.
Desde aquí nos dirigimos a Brunico, que pertenece a la provincia autónoma de Bolzano. La lengua materna es el alemán, está cerca de la frontera Austríaca.




Pau, haciendo de tifossi en el Passo Furcia.


Reponiendo fuerzas.


Menudo plan el de Corones...




Día 5 (3.710 m. de desnivel).- Val Martello y Passo de Stelvio.-

Desde Brunico hacemos un acercamiento para subir un puerto desconocido para todos, Val Martello, pero que a partir de ahora nos dejará un buen recuerdo por su dureza y por sus paisajes y por sus últimas tornanti, todo un puertazo de primera, con 22km y rampas del 17%. Este puerto se tiene que bajar por la misma cara que se sube pues no tiene otra vertiente.
Desde aquí, con un viento de frente y una carretera pestosilla, nos dirigimos a su majestad el Stelvio. Qué decir de este Passo, mito, leyenda, único, quién no ha soñado con coronarlo, con pasar por sus 48 tornanti y ver el glaciar a la izquierda según vas acercándote a su cima.
El tiempo parece detenerse, se hace muy largo, no dejas de pasar una y otra tornanti y la cima sigue tan lejos, pero poco a poco vamos divisando lo más alto de la montaña y al mirar hacia abajo ves todo lo que has dejado detrás, y sientes mucha emoción. Ya a punto de coronar, oigo la voz de Rosa animándome, un último esfuerzo y está conseguido, los ojos se me llenan de lágrimas. Estoy muy cansado pero muy felíz, hace mucho frío y el aguanieve que cae me hace tiritar de frío. Como un poco y me abrigo. No estamos mucho tiempo en la cima, ya que el día no permite estar para mucho paseo. Me gustaría haber estado más tiempo en esta montaña pero no pudo ser, así que partimos en dirección a Bormio, al hotel que tenemos en Valdisotto.
Desde aquí haremos la última etapa.


Que feliz me siento, está conseguido.


En la cima del Stelvio.



Albert con el café.


Los mejores de la travesia.

Día 6.- (3.270 m. de desnivel).- Mortirolo y Passo de Gavia.

El día amanece frío, y el primer tramo es en descenso, así que nos ponemos los manguitos y algunos las perneras y las chaquetillas y cortavientos. Vamos en dirección a Mazzo di Veltelline, donde comienza el Passo di Foppa, más conocido como Mortirolo. Uno de los puertos que hizo la leyenda del Pirata Pantani, en el kilómetro 6 del puerto podréis ver la estatua en su honor y muchas pañoletas colgadas en el muro de piedra, un momento muy emotivo.

Antes de comenzar la ascensión nos despojamos de las prendas de abrigo, pues el día empieza a abrir y el sol hace acto de presencia.

Vamos pasando por callejas estrechas que se empiezan a agarrar, la carretera es muy estrecha y comenzamos a meternos en una zona boscosa que nos acompañará casi hasta la cima. Hay tramos muy duros, menos mal que son cortos, pero tienes que ponerte de pie y tirar de riñones.
Las rampas de mayor porcentaje son del 19%, los 2km finales son muy llevaderos, y en esta zona los árboles desaparecen para dar paso a unas praderas verdes muy bonitas en las que apetece tirarse a descansar un rato.
Después de una hora y media corono este puerto mítico. En honor a Pantani entro lanzando un sprint en su cima.
Bajamos el puerto en dirección a Ponte di Leño, para hacer la última ascensión de la travesía y nos despedimos nada menos que con otro coloso, el Passo del Gavia. Otro puerto duro, y con carretera muy estrecha.
Un puerto largo y con pendientes duras muy parecido al stelvio, más corto pero con mayor desnivel. Aquí tuvimos sol, lluvia, viento, y sobre todo muy buenas sensaciones. Aunque cansado, pero con la moral muy alta; no podía dejar de imaginarme las historias que este puerto ha dejado en nuestras retinas, con esas imágenes de los ciclistas pasando este puerto y la nieve encima de ellos, ateridos de frío y con hipotermia en su cumbre, qué grandes historias guarda este puerto, y qué grandes ciclistas han dejado aquí su huella y su leyenda.
La bajada a Valdisotto es larguísima, casi una hora de descenso. Según voy bajando, pienso que el viaje llega a su fín, y me da un poco de pena, pero lo que he vivido; eso ya no me lo puede quitar nadie, y las montañas seguirán estando aquí. Así que me voy muy feliz y con ganas de volver algún día para volver a disfrutar de estas majestuosas montañas.






El Gavia nos amenaza.


Con mi Amigo Leon en la estación de Milan, volvemos para Eapaña.

miércoles, 9 de junio de 2010

Los 10.000 del Soplao


Viernes 4 de junio. Allí vamos para Cabezón de la Sal, para afrontar los 10.000 del Sopla. Mis condiciones físicas no son muy buenas, ya que llevo toda la semana con un fortísimo dolor de piernas debido a una contractura muscular de caballo, que me impide flexionar la pierna, pero las ganas de estar en la salida son mayores que el dolor.
La noche la paso preocupado con el dolor de mi pierna pero no puedo hacer nada, solo esperar a ver como me responde por la mañana.
En la salida me junto con el grupo de Flandes (el de Javito) Saludos y nos contamos las penas, (Javito esta chungo del estomago).

Se da la salida y aunque es neutralizada durante 15 Km. se va a 40. Prefiero no forzar en la salida e ir calentando un poco la musculatura, pierdo las primeras unidades del pelotón y me quedo cerrando la carrera, me cuesta aguantar el ritmo debido al puñetero dolor de mi pierna, creo que me voy a tener que quedar en el pueblo. Voy aguantando como puedo a cola.

El primer repecho lo paso con dificultades pero vamos aguantando, asíque sigo para adelante esperando que el dolor vaya a menos.

Pasamos San Vicente de la Barquera en un pequeño grupo de seis, al que me he podido unir. En la salida del pueblo, nos espera un repechon de unos 2 Km. En el alto veo un grupo muy grande y decido ir a darles caza, pongo un ritmo muy fuerte en la subida, cuando me doy cuenta estoy solo, nadie del grupo me ha podido seguir, antes de llegar a Unquera ya les he cogido, ahora ya voy mas contento y sin tanto dolor.
Mas adelante vemos un grupo mucho mayor, al cual damos caza y hacemos un grupo muy numeroso.
Llegamos a uno de los puertos de la jornada, corto pero con unas rampas de consideración, 19%, alto de Abanillas de 3ª, y con la carretera muy descarnada. En sus rampas está el amigo buje de animador con el maillot del foro haciendo fotos, nos saludamos y le digo que me saque guapo en la foto. Coronamos el puerto y descenso con curvas peligrosas para después de un terreno pestoso, encarar el puerto de segunda el collado de Ozalba, aquí empiezo a sentirme mal, noto que las piernas ya no me responden, no puedo poner el ritmo que a mi me gustaría, y me empiezan a pasar muchos ciclistas. Alarma alarma, algo me está pasando, las piernas están diciendo basta, mis músculos están agotados. De repente oigo una voz que me dice…Ess culotte me suena… es el Pirata, nos saludamos, el quiere estar a mi lado pero le digo que es mejor que tire, que voy muy mal, y lentamente veo como se va alejando de mi, una lástima no haber podido seguir con él. Gracias compañero por querer esperarme, en otra ocasión seguro que vamos juntos.

Después de un descenso técnico, y con la niebla que hace acto de presencia, llegamos al avituallamiento en el cual me doy un pequeño desayuno con unos sándwich y una coca cola, y seguimos para delante, y aunque veo que mis piernas están completamente vacías, hay que seguir.
Nos enfrentamos a otro puerto, El collado de Carmona, y como dicen los veteranos de la zona. Carmona no perdona. Penosamente corono el puerto sin poder aguantar la rueda de nadie de los que me pasan. Descenso hacia Puentenansa para coger la carretera que va hacia el puerto mas largo del día, Palombera, un puerto muy bonito pero largo, 22 Km.
Quiero subirlo, quiero acabar la marcha pero me pasan hasta los caracoles, a los dos kilómetros de ascensión, pienso que lo mas sensato es dar la vuelta e ir en dirección contraria hacia Cabezón de la Sal, desde aquí son 20 Km., de la otra manera me quedan 60 km que en mis condiciones lo puedo pagar muy caro. Con mucha pena decido dar la vuelta.
Voy en dirección a Cabezón de la Sal absorto en mis pensamientos, cuando de repente se me acerca un señor mayor en bici y me pregunta, eres de la carrera, le digo que si pero que yo me he retirado, el hombre va charlando un rato conmigo, y me dice, bueno me marcho, a ver si me dan algo de comer que todavía me queda una hora, y el hombre se va alejando de mi con su tran tran, y yo no tenia fuerzas ni para seguir su ritmito.

Una vez en el hotel me cambio y voy a la línea de llegada a ver a los héroes del día.

Veo a javito andando y le pregunto que tal le ha ido y me dice que se a tenido que retirar en Palombera, que estaba muy jodido del estomago.

Una vez que van llegando los Flandes nos vamos a comer la pasta y la cerveza que dan en la carpa, después a echarse una siesta .Yo creo que después de retirarme con 150 Km. encima me la merezco.
Por la tarde noche quedamos para cenar todos los Flandes, y eso ya es otra historia, una mariscada de carne que no te digo na. . Me salía la carne hasta por las orejas, hasta javito con su dolor de tripa se puso ciego. Como javito y yo estábamos tristes por no poder terminar la marcha esa noche quemamos Cabezón. Cerramos todos los garitos de la zona y nos bebimos todos los gintonis del pueblo, y menos tabaco fumamos de todo, ahí queda eso.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Clasica Lagos 2010


Pasando por la alfombra de control.

Con la tropa del foro

Iker, Gerardo, David y Yo, nos falta Alberto, pero está su ajusticiadora.

El viernes a las 9,00 de la tarde llegamos a Cangas de Onis. Cuando me estoy acercando al hotel veo a dos tipos con un taller montado en medio de la acera, son los dos grandullones Alberto y Gerardo, que están dando los últimos toques a la ajusticiadora. Saludos, abrazos, besos para Rosa, y mucha alegría de volver a ver a estos dos pájaros.
Una vez bajado el equipaje, me voy a coger el dorsal, ya de vuelta para el hotel veo a David con su mujer. Qué alegría de volver a veros, hace un año y pico que nos vimos pero parece que fue ayer. Una vez todos juntos vamos a cenar y a esperar que venga Iker. Le estamos esperando a pie de la carretera, y le vemos llegar en una furgoneta, después de que su GPS le mande por donde no debe, al final encontró Cangas de Onis.
Abrazos de recibimiento y a cenar. En la mesa hablamos de todo un poco, Gerardo con sus bromas, y pensando dónde se va a echar el cigarrito. Alberto con sus estrategias para el sábado, que si dónde salir, que si se va muy rápido, que si esto y lo otro. David muy seguro de si mismo. Iker, un poco acojonadillo, su rodilla no esta todo lo bien que él quisiera, pero le animamos entre todos y que haga lo que pueda. Después a descansar que hay que madrugar.

Nos levantamos a las 7,30. A las 7,45 estamos desayunando. El buffet tuvieron que reponerlo tres veces, pues el amigo Alberto no paraba de comer.
A las 8,30 pasa por la puerta del hotel Javito y su tropa de Flandes, paran a saludarnos y se van a la línea de salida pues quieren salir lo mas adelante posible, nosotros esperamos por Gerardo que no sé que se le ha olvidado en la habitación, creo que era el paquete de tabaco. Todos juntos partimos para la salida que ya está muy petada. Estamos más o menos por el medio, hace un día precioso, creo que vamos a pasar mucho calor. De todas las clásicas en las que he participado, en todas nos ha llovido. Hoy el chubasquero no vera la luz del día.
Se da la salida, salimos como siempre a toda leche, rápidamente pierdo de vista a Alberto que tira para adelante como un poseso. Yo voy por la parte izquierda pasando ciclistas pero sin apretar demasiado, pues prefiero ir cogiendo ritmo el las piernas poco a poco. A David, Gerardo y a Iker ya no los volveré a ver en todo el recorrido.

Hacia Ribadesella vamos muy rápido, voy en un grupo que tira muy fuerte, en esto que me saluda una voz muy conocida. Pero si es mi querido amigo Víctor! Sabía que estaba aquí, y qué alegría me da ir con él casi todo el recorrido. Llega la Tornería, primer escollo de la marcha, aquí pierdo de vista a Víctor. La subida la hago muy cómodo y sin problemas, la bajada es peligrosa pero ya nos conocemos, y se pasa bien. Camino de el segundo puerto vamos muy rápido, cuando me doy cuenta ya estamos comenzando la ascensión del Ortiguero. Es un puerto que engaña, pues comienzas con plato pero hay que quitarlo que sinó se te puede atragantar. Una vez coronado, hago una pausa para beber y comer unos plátanos, y para adelante. Estos kilómetros son favorables y en una buena grupeta no bajas de 45, 50 de media. Tengo la suerte de ir en un grupo numeroso y vamos como tiros. Aun así, cuando pasa algún grupo que viene más fuerte me agarro a ellos, mis sensaciones son muy buenas y me encuentro con fuerza. Llegamos a la rotonda que va hacia los Lagos, esta carretera, para el que no la conozca, pica para arriba y su asfalto es muy rugoso con lo que la bici se pega muchísimo. Voy en un grupo muy numeroso, y observo que todo el mundo va con plato grande, yo quito el plato, pues hay que ahorrar el máximo de fuerzas. Me empiezo a quedar de los últimos pero no me importa, sé que luego voy a adelantar muchos puestos. Llegamos a la curva de la Santina y busco a Rosa, pero no la veo. Al pasar por la alfombra del chip allí está ella con sus gritos de ánimo. Bajaría a darle un beso, pero mejor no bajarse, no sea que me entren malos pensamientos y no quiera volver a subir en la bici. Hasta la cima me quedan 12 Km. muy duros. Empiezo a ver muchos ciclistas que ponen pie a tierra antes de llegar a la Huesera; mal asunto para ellos. Voy pasando a muchos ciclistas, tal vez del grupo del que antes me descolgué, muchos otros están tirados en la cuneta intentando estirar. Yo sigo al tran tran para arriba, el calor cae a plomo, cosa que a mi no me va nada bien y lo noto mucho, aunque tengo fuerzas no puedo imprimir más ritmo, voy aplatanado por el calor.
Hay muchísima gente en la cuneta que nos anima, y se agradece mucho. Cada vez está más cerca la línea de meta, ya la veo; al fin se acaba esta montaña. Paso por la alfombra con 4h 22m. Mi mejor marca de todas las ediciones en las que he participado. Estoy muy contento. Me voy a tomar unas cocacolas, que me las merezco. Luego de vuelta para el hotel, en la bajada veo a David por el mirador de la Reina y le animo, venga que ya está hecho!.

Después a descansar y ha cenar todos juntos, menos Iker que se tuvo que marchar. Una lástima no poder estar mas tiempo contigo. En la cena se unió Javito y su amigo Ferdi de la peña Flandes. Con los cuales a la mañana siguiente Alberto y yo iríamos a subir el Fito con dos compañeros más de su grupo.

En definitiva, un gran fin de semana que espero que podamos volver a vivir todos, y cuantos más de este foro mejor que mejor.

Por cierto, si Javito hubiera estado en condiciones físicas normales, seguramente me hubiese pasado por encima en los Lagos, pero a pesar de eso, te sigo queriendo.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Puertos miticos de Ávila 2010




Esperaba con mucha ilusión esa marcha. La primera de la temporada, en la que me encontraría con compañeros que desde el verano no volví a ver, y en la que tendría la oportunidad de pedalear a su lado, y también ver mi estado de forma.

El tiempo no pintaba nada bueno para el fin de semana, todos sabíamos que nos íbamos a mojar, pero no sabíamos lo que nos esperaba en realidad.
En la cena con los compañeros del club de Colmenar Viejo, (donde sin ser del club, me acogen como a uno más), se trataba el tema de qué recorrido hacer viendo las previsiones del tiempo. Unos tenían clarísimo que la larga, otros la corta, y otros como yo dudábamos si la larga o la corta, todo dependería de cómo amaneciese y se fuera desarrollando el día.

El sábado a las siete de la tarde comenzó a llover y así se tiro toda la noche.
Me levanté a las seis y media, lo primero que haces en estas situaciones es mirar por la ventana. El suelo está mojado, y el cielo bastante negro pero no llueve. Bajo a desayunar, café y tostadas con mermelada. Hace frío, meto la bici en el coche y subo a vestirme con la ropa de mi foro. No se muy bien qué ponerme, si perneras, si chaleco… No quiero pasar frío pero tampoco quiero que luego me sobre ropa, al final perneras y maguitos y botines de Gore-tex.

Ya en la salida me encuentro con mi querido amigo Víctor, con el cual estaré en la primera parte de la marcha. Hace mucho viento, pero la temperatura no es excesivamente fría, puede haber unos 12º.
Salimos de Ávila para comenzar a subir la Panamera, 22 Km que se hacen en pelotón muy compacto. El viento que nos viene de frente es duro y eso hace que la marcha no vaya muy lanzada.
Al comenzar el descenso hacia el Barraco el viento racheado de costado es fortísimo, la sensación que tenias era la de no controlar la bici; parecía que se iba para donde ella quería. Me descuelgo a cola del grupo en el que voy, pues tengo miedo de ir en el y que alguno se me venga encima, desde atrás veo los bandazos que pegan algunos y hay que extremar las precauciones. En el horizonte se ve una nube amenazadora muy negra, parece que estamos yendo en dirección al infierno.
A estas alturas ya he perdido de vista a Víctor, pues le tiene mucho respeto a las bajadas y más en estas condiciones. Cuando se llega a Burgohondo hay que decidir qué camino coger, si hacer la ruta larga o la corta. El cielo cada vez está más negro y ya nos ha caído agua en la bajada, la verdad es que no me da mucho tiempo a pensar y como si una fuerza magnética tirase de mí, tiro en dirección al recorrido corto. En el mismo cruce está el avituallamiento, paro a tomarme un Isostar y ver si viene Víctor. Mientras espero tengo un remordimiento de no seguir con el grupo que se dirigió al recorrido largo, pero decido seguir para adelante por el camino que he cogido.

Van llegando noticias de los ciclistas de la ruta larga y también van llegando grupos numerosos que han tenido que dar la vuelta después de pasarlo muy mal en el puerto de Serranillos. Viento, lluvia, granizo y niebla, 4º grados de temperatura a 1.500 metros de altitud es mucho frío. Algunos valientes deciden tirar para abajo, hay más de 20Km de bajada, y en esas condiciones pueden ser muy duros, otros ateridos de frío deciden dar la vuelta y no continuar. En esta situación es lo más sensato que se puede hacer. Algún ciclista tuvo que ser atendido por la Cruz Roja por hipotermia, otros como pudieron bajaron el puerto que acababan de subir y se refugiaron en un bar a esperar que los autobuses de la organización fuesen a buscarlos. De unos 700 ciclistas que tomamos la salida, unos 160 la finalizaron. A veces las cosas no salen como quieres pero una retirada a tiempo es una victoria.
El próximo día 22 es la clásica de los Lagos espero que el tiempo se porte mejor y podamos disfrutar de un buen día de ciclismo. Ya os contaré.

Me quedan 45 Km para la línea de meta, y en el recorrido me encuentro con ciclistas desperdigados de uno en uno, o de dos en dos, pero ningún grupo al que unirme. Hago todos los kilómetros que me quedan solo contra el viento y las rachas de lluvia que caen de vez en cuando pero nada comparado con lo que les espera a los que han decidido hacer el recorrido largo. Despues de 3 horas y 10 minutos llego a Ávila.

martes, 4 de mayo de 2010

Una excursión a Peñatrevinca



Desde enero no he vuelto a escribir en mi blog, y no es por no tener que contar cosas, lo que pasa que por falta de tiempo estoy sin ponerme al día.

A día de hoy, que por cierto me lo tomé de descanso, los entrenamientos van bastante bien. Estoy saliendo casi todos los días establecidos, llevando a cabo el entrenamiento que me marco. Hay días que se hacen duros pero otros son mas llevaderos.

El fin de semana pasado, fuí con un club de la zona (club ciclista Viveiro) el cual me invitó a una excursión que realizaron a la provincia de Orense, concretamente al Barco de Valdeorras, a subir el puerto de Peña Trevinca; puerto muy largo, casi 27 Km. de ascensión. Sus últimos 6 Km. son los más duros y exigentes, se asciende a 1.850 metros de altitud.
Después e hacer un calentamiento de unos 33 Km llaneando, comenzamos la ascensión al puerto. Nada más comenzar ponen un ritmo fuerte de subida los cuatro machacas del grupo, yo con otro compañero les seguimos a unos metros de distancia. No hay que cebarse, quedan muchos kilómetros para la cima y vamos muy bien de ritmo, subimos con mucha agilidad y los kilómetros pasan muy rápido.
Pienso que voy a un ritmo demasiado fuerte para mi, pero me lo tomo como un entrenamiento y no como una excursión y me digo: “Bueno hasta donde las fuerzas aguanten seguiré a este ritmo”. En el kilómetro 20 comienza lo duro de verdad y es donde las fuerzas empiezan a fallar, pero cada vez queda menos. A estas alturas el ascenso lo realizo solo, ya que mi compañero sube a un ritmo que no puedo aguantar y aunque intento seguirle no puedo, así que a mi ritmo, y poco a poco se divisa la cima.
Ya estamos arriba. Han sido casi dos horas de subida, pero no puedo saber exactamente cuanto he tardado ya que mi ciclo computador Polar se me paró a falta de siete kilómetros para la cima.

La bajada preferimos hacerla en el autobús que viene con nosotros pues hace frío y no vamos a ganar nada con bajar en la bici, asíque calentitos en el bus y para abajo a ducharnos y comer.

sábado, 30 de enero de 2010

Entrenamiento de Enero

Un invierno de los de antes.

Menudo tiempo estamos teniendo este mes de enero. Entre frío, nieve, agua, y alguna vez; por qué no decirlo, algo de desgana, los entrenamientos están llegando al final del mes y la verdad que estoy satisfecho con lo realizado hasta el momento. Con 1.000 Km. hasta día de hoy no me puedo quejar.
En las salidas he tenido de todo, en cuanto a climatología se refiere. De momento nada de montaña y sí mucho de llano a buena cadencia y la verdad que tengo muy buenas sensaciones. Ya tengo ganas de acumular un poco más de Km. para empezar a trabajar subida y alguna que otra serie, aunque estas últimas no me hacen mucha gracia, pero sé que son muy buenas para luego aguantar los apretones de los demás ciclistas cuando quieren enseñarte su rueda trasera.

Mis primeras citas ciclodeportivas no comienzan hasta Mayo, con lo cual tengo tiempo de sobra para llegar en muy buenas condiciones y sufrir lo justo y hacer un buen tiempo en las mismas.
Comenzaré con los Puertos Míticos de Ávila y dos semanas después, realizaré la Clásica de los Lagos, en la que espero verme con varios compañeros de mi foro favorito, Foro bici.

Pero bueno, de eso ya iremos hablando mas adelante.