sábado, 26 de septiembre de 2009

Mis andanzas por Castilla

Después de terminar la Carlos Sastre, esa semana Rosa y yo teníamos pensado pasar unos días por la zona de Ávila para hacer turismo, y así lo hicimos.
Pasamos el lunes andando por el Valle de Iruelas. Teníamos ganas de ver al buitre negro. Cogimos la mochila y agua para el camino y muy temprano comenzamos la ruta de senderismo por el monte. Si mal no recuerdo, es un recorrido que se llama El Pico de las Cobras, (y yo con chanclas)… En el alto hay una caseta de madera que es un mirador para observar a los buitres y la verdad es que la caminata mereció la pena, pues tuvimos la suerte de ver a tres buitres negros. Una vez terminada la ruta nos fuimos a pasar el día al pantano del Burguillo, para luego visitar los pueblos del alrededor. Después una buena cena en el pueblo de Cebreros y a descansar de la jornada, que fue larga y provechosa.Al día siguiente pasamos el dia en Ávila, aunque y lo conocemos de otras ocasiones, pero es una ciudad que merece la pena perderse por ella.

Otro día más y rumbo a la sierra de Madrid, por la que yo siento una gran predilección y reconozco que me encanta perderme por ella. Tiene algo especial para mí. Mis mejores escapadas en bici fueron por sus carreteras, y aparte tengo mucho cariño por esos pueblos de la sierra de Madrid. Los Molinos, Cercedilla, Guadarrama, Miraflores, Navafría, etc. Esa tarde quedé con mi amigo Victor, que se estaba haciendo un campus de ciclismo en Rascafria con el ex profesional Eduardo Chozas.

Un descansito, que el camino es muy largo y los buitres no se van.

Rosa y yo en las afueras de Segovia

La escaladora incansable en el alto de Morcuera.

A la mañana siguiente pusimos rumbo a un pueblo de la provincia de Segovia, llamado Pedraza de la sierra. Es un pueblo de origen medieval, que conserva unas murallas magníficas. Es uno de los pueblos medievales mejor conservados y más bonitos de España. Pueblo de calles estrechas y empedradas, atestadas de edificios antiguos y de monumentos. Un paseo por sus calles tranquilas te transportará en el tiempo a otro periodo de la historia.
Qué se puede visitar en Pedraza?:
El Castillo de Pedraza: Es una fortaleza, que se mantiene en su estado general, corresponde al siglo XIII. Fue reconstruido en el siglo XV.
La Iglesia de Santa Maria : Fue construida en el año 1500 y mantiene su estructura original y su torre.

La Plaza Mayor: Es una plaza magnífica de la Edad Media, es la plaza más importante de la ciudad.
Una vez terminada la visita ponemos rumbo a Segovia, donde tendríamos nuestro cuartel general hasta el domingo.



La plaza de Pedraza de la Sierra. Aqui se celebran corridas de toros.

Una vez alojados en el hotel nos marchamos a pasear por Segovia. Cuánta gente hay por sus calles, solo tiene un problema y es el aparcamiento, no hay donde aparcar, y los aparcamientos que hay son de pago, o de la ora.
El sábado por la tarde nos acercamos hasta el polideportivo Pedro Delgado para coger el dorsal, como siempre mucho jaleo y mucho ciclista pululando por la zona. Quedo con Victor para tomar algo y decidimos cenar juntos.

El Domingo toca madrugar y a las siete menos cuarto ya estoy en pie y desayunando en compañía de mi mujer, que es otra sufridora más, pues ella, menos dar a los pedales, hace todo conmigo como si fuera otra ciclista más. (Gracias por comprenderme y aguantarme, ya se que no es fácil).

Dejamos el hotel y vamos a la salida. Este año la salida se hace desde el Acueducto de Segovia. Otros años ya se salía desde aquí, aunque últimamente se estaba saliendo desde el pabellón que está a unos cinco kilómetros de Segovia.

La salida es lenta, pues somos muchos y la calle es estrecha. Una vez salimos de Segovia vamos en dirección a la Granja, aquí la velocidad ya es mas seria.


Salida de la marcha



Víctor y yo, de broma bajo el Acueducto



Estoy listo. Hace un dia precioso



Al enfilar el puerto de Navacerrada pierdo a Victor de vista y ya no lo volveré a ver hasta mi llegada a meta. Subo con muy buenas sensaciones el puerto y una vez coronado, bajamos dirección al puerto de Cotos, que se baja muy rapido; para pasar por Navafria dirección a Morcuera. Hace mucho calor, tal vez demasiado como para olvidarse de beber, puede ser peligroso. Se me esta terminando el agua pero en el alto del puerto está el avituallamiento. Corono bastante entero, como algo y lleno los bidones. Cojo un buen momento para hacer el descenso ya que bajo completamente solo. Voy adelantando a algunos que no bajan con mucha soltura. Este puerto no me gusta bajarlo con mucha gente, pues tiene su cosa. Aquí un año se mató un ciclista.

Llego a los pies de Canencia en el mismísimo Miraflores, veo que voy muy bien de tiempo, 3 horas y 10 minutos en 80 kilómetros, pienso que puedo hacerlo en 6 horas.
Comienzo a subir Canencia y voy bastante bien, me encuentro con mucha fuerza.
En dirección a Navafría cojo un grupo que va muy fuerte, vamos por encima de 50km/h. Pero no se que me pasa, que empiezan a fallarme las fuerzas, no tengo ganas ni de coger nada de comida, creo que se ha encendido el pilotito rojo, el agua se me está terminando y la poca que me queda está como el caldo, un poco de isostar que me queda parece tónica caliente no hay un dios que lo trague, pero me lo bebo. Al rato me empieza a doler la tripa, comienzo el puerto de Navafría solo pensando en reponer sales minerales en el alto del puerto, que siempre hay un avituallamiento líquido. Ya voy sin nada de agua y el calor es sofocante. Empieza a pasarme to dios en la subida. Yo voy muy mal, no tengo nada de fuerza, el puerto se me hace eterno, pero con mi cansino pedaleo termino coronando y perdiendo todo el buen tiempo que había echo.
¡Sorpresa! Llego a la cima y no hay avituallamiento. Creo que me va a dar algo, tengo la boca tan seca que no puedo ni pasarme la lengua por los labios. Pienso “Bueno, a lo mejor lo han puesto mas abajo”, y así comienzo el descenso del puerto, y no hay señales de agua por ningún sitio. Pienso parar en cualquier casa o en un bar, pero en esta zona no hay nada. Voy muy cascado y encima no aguanto ni a los grupos que me pasan, van demasiado rápido para mí. Me empiezan a dar calambres, cosa que no me suele suceder nunca, estoy perdido, tengo una deshidratación de las gordas, y un pedazo de pájara de las que no recuerdo en mi vida. Mecagoentoloquesemenea!. A duras penas llego al avituallamiento de Torrecaballeros, allí me pongo a comer sandía como un hambriento y bebo como un camello, lleno los bidones y pienso que los 40 km restantes los haré sin dificultades, je je je. Que iluso. El calor parece que me abrasa las piernas. Cojo un grupo en el que aguanto bien el ritmo, pero veo que no vamos demasiado rapido comparado con otras ediciones. Creo que el calor nos está machacando a todos. Los calambres siguen fastidiándome y me siento sin fuerzas. Llegamos a la granja todos juntos pero aquí tengo que despedirme de mis compañeros de grupeta, pues ya no aguanto el ritmo, y tengo que ir al que me manda mi organismo. Aunque sigo bebiendo, parece que el agua ya no hace nada en mí, el agua está caliente y me sigue doliendo la tripa. Qué largo se me hizo llegar a ver el pabellón, pero al final lo divisé y enfilé la recta de meta, pero con muy malas sensaciones y muy desanimado. Pero allí estaba Rosa para animarme. Lo primero que me dijo nada mas entrar fue ”¿ Pero que te a pasado?”. Estoy muerto, tengo una pájara que no me aguanto.


Final de la marcha. Víctor, Ivan, (otro compañero de la pirenaica) y yo, contandonos las batallitas




Y después de contarle mis penurias por esas carreteras de la sierra, aquí se termina otra edición más de esta marcha. Hice uno de los peores tiempos desde que la llevo haciendo. Tardé 6 horas 20m, media hora mas que el año pasado. Me salieron 171km y en mi computador me marcó 7 horas, que son las reales. En realidad el tiempo no me importa, lo que me importa es hacer la marcha con fuerza, disfrutarla y no ir arrastrado como en está ocasión. Espero que el año que viene me salga mejor y tenga más suerte y buenas sensaciones.

El que estaba contento era mi amigo Victor, que hizo diploma oro con un tiempo de 5h 24 m.




1 comentario:

Anónimo dijo...

Joder Eladio que dolor de todo me ha entrado leyendo la crónica, parecía que era yo el que iba en la bici, que te puedo decir.. esto nos ha pasado a todos, el ciclismo tiene estas cosas hay días que no va y hagas lo que hagas no vas y punto, al menos la terminaste y te hartarías de cordero en Pedraza no?
A ver si nos conocemos en la próxima la tengo marcada para el año que viene, pero como tengo el trabajo que tengo no te puedo adelantar nada.
Un abrazo, eres un fiera campeón.