jueves, 28 de mayo de 2009

Clasica Lagos de Covadonga 2009

Un año mas, como viene siendo habitual para mi, me volví a inscribir en esta clásica que se realiza en tierras Asturianas, con el final en los Lagos de Covadonga, que por cierto cada año los encuentro mas duros.

Salgo para Cangas de Onis el viernes por la tarde, llego sobre las nueve de la noche, desde mi casa me lleva unas 3 horas, llego al pabellón y recojo el dorsal con los regalos que suelen dar, este año nos hacen un regalo bastante acorde con la ocasión, un maillot del evento, que es mucho mejor que las típicas chorradas que suelen dar en algunas marchas, que no sirven para nada. Se está poniendo de moda dar maillots conmemorativos en casi todas las marchas, yo creo que eso es una buena iniciativa, y para los ciclistas mucho mejor, aparte de tener un recuerdo de la marcha todavía les haces propaganda cada vez que te lo pones.


Esta vez mi fiel escudera Rosa, no puede acompañarme, asuntos familiares se lo impiden, cosa que yo siento bastante. Siempre estuvo conmigo. La primera ocasión fue hace 20 años y ya ha llovido desde entonces, que por cierto en esa marcha de hace 20 años llovió y mucho. Como cambió esta marcha desde entonces……. Nada que ver con lo de hoy dia.

Me acosté sobre las 10 pero no me venia el sueño, esa noche no dormí muy bien, sobre las siete y cuarto ya estaba de pie por la habitación preparando la ropa, a las 7,30 bajo a desayunar, no tengo mucha hambre pero hay que comer algo.
Me tomo un café con leche una tostada y un poco de jamón dulce, unos pocos de cereales y un zumo de naranja.

Salgo del hotel y me decido a preparar la flaca, en esto que pasan los de la peña de Flandes, (la de javito) y les grito, FLANDESS, javito me saluda pero no sabe quien le llama y sigue para adelante, pienso que le veré en la salida, pero no es así.

Ha estado lloviendo toda la noche, y todavía sigue lloviendo, un grupo de ciclistas vestidos de paisanos que están en la puerta del hotel dicen que no salen, yo pienso, ya que estoy aquí salgo y que le den al tiempo, en esta marcha es raro el año que no llueve.

Si se pusiera muy feo, siempre hay tiempo de volver al hotel pero no está dentro de mis planes.

Me dirijo a la línea de salida, sigue lloviendo y todavía queda media hora para que den el pistoletazo, me sitúo debajo del arco de salida para protegerme un poco de la lluvia y tambien salir del grupo delantero y así evitar problemas cuando esto se ponga en marcha. La peña se va colocando y esto empieza a coger forma, ya somos muchos los que estamos preparados en las primeras filas, pero siempre hay el típico listo que sin pedir permiso ni hostias se pone delante de ti como si tal cosa, y para que discutir, seguramente tengan mas prisa que nadie.

Se da la salida y la peña va a toda leche, veo como me empieza a pasar mucha gente, pero tambien pienso…..joder que despacio vamos este año, que equivocado estoy, miro el velocímetro y marca 45, hostias pues no vamos tan despacio lo que pasa es que los demás van muy rapido, al poco de llegar a Ribadesella se me acerca un ciclista y me dice forobici, le saludo y me dice que es polvorilla, me presento y vamos un ratito juntos pero no podemos hablar demasiado pues se va muy rapido y tenemos que estar muy atentos al pelotón, después en una rotonda le perdí de vista y ya no le volví a ver.

Pasamos Ribadesella sin novedad, en el kilometro 52 ,aproximadamente, está el primer avituallamiento completo en el que paro lo justo para llenar los bidones y comer un plátano y seguir para adelante, a estas alturas ya ha parado de llover y parece que el sol tímidamente quiere salir, y entonces me acuerdo de David “bruce” y yo sin gafas de sol.

Las grupetas son muy numerosas y no tengo problema para ir en el grupo, así nos vamos acercando al puerto de la torneria, el puerto es corto pero durillo, sobre todo los dos últimos kilómetros, a un ritmo cómodo y sin forzar demasiado corono el puerto y comienza la bajada que es muy peligrosa, y encima con un problema añadido y es que la carretera está cubierta de un barrillo color café con leche, que te hace tomártelo con mucha mas precaución que de costumbre.
En una de las curvas casi al final del puerto, nos avisan que tengamos cuidado que ha habido una caída, y al pasar veo unos cinco ciclistas por allí con la bici en la mano, pero nada grave, continuamos dirección al segundo puerto de segunda categoría, alto de la rebollada o el ortiguero, se le conoce por los dos nombres, puerto muy engañoso pues te permite subir muy acelerado, pero si no regulas lo terminas pagando, los porcentajes al principio son cómodos pero van aumentando paulatinamente, en el alto tenemos otro avituallamiento completo, vuelvo a repostar bebida, y descenso corto y rapido, después una zona llana que se va muy rapido la media aquí en algunos momentos es de 50 por hora. Voy en un grupo no muy grande, seremos unos 15, queda poco para comenzar el último tramo que siempre pica para arriba en dirección a la santina, cuando me doy cuenta veo que el grupo a crecido bastante, ahora debemos de ser mas de 50.

Empiezo a sentir molestias en la vejiga y me temo que voy a tener que parar, antes de entrar en la curva para comenzar el puerto hay un avituallamiento liquido que aprovecho para beber y cambiar el agua al canario.

Entro en la curva, que está llena de gente, aquí siempre esta Rosa para animarme pero hoy no está, me da un poco de pena pasar por allí y no oír sus gritos de animo, pero pienso, esta va por ti, y meto un demarraje hasta llegar a la alfombra donde pita el chip, joder que dolor de patas, parece que me va a dar un calambre, pero el dolor se va pasando. Vamos subiendo sin mucha fuerza pero poco a poco vamos comiendo metros a este durísimo puerto, comienza a llover, cuando te pones de pie en la bici la rueda de atrás patina con lo cual hay que sentarse, llegamos a la huesera, hay mucha gente subiendo a pie con la bici de la mano, pasada la huesera se mete una niebla espesa que no deja ver a mas de 15 metros, lo que faltaba, casi mejor así no veo la dureza de las rampas pero no me hace falta verlas pues me las conozco de memoria. Mirador de la Reina y sigo sufriendo joder que duro se me esta haciendo este año, llego al primer lago, de aquí a meta ya queda poco, un esfuerzo mas y lo conseguimos, y después de 4 horas y 44 minutos, cruzo la línea de meta, por cierto que mi amigo buje me pasó en la misma línea de meta.

La bajada se hizo casi mas dura que la subida, pues entre la llovizna, la niebla los que subían y bajaban, fue toda una odisea llegar abajo, las manos no las sentia, las piernas se me quedaron entumecidas así como la espalda. De entre la niebla se veía salir a los ciclistas como fantasmas de la nada.

Una vez abajo saqué el plato grande y fui tranquilamente hacia el hotel donde me estaba esperando una maravillosa ducha, solo pensaba en el agua calentita.

Una vez quitado el uniforme de guerra, llame a javito para dar buena cuenta de una fabada asturiana que bien nos la teníamos merecida, y en compañía de sus amigos de club rematamos el dia.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Eladio; fantástica la crónica,
me gustaría participar en estas marchas, pero la distancia me lo impide, por ahora. Llegará el dia en que podre disponer de más tiempo y no lo dudes que nos veremos en alguna de ellas.
Un saludo Maestro.

thornado dijo...

Me gusta el blog que tienes, y las crónicas....haces que te metas dentro y te pongas a sudar subiendo los puertacos esos jejeje..... En serio, muy buenas, si señor.

Espero seguir leyendote mucho tiempo.

Saludos y buenos vientos

Anónimo dijo...

Muy buena crónica Eladio, esa bajada tuvo que ser la leche, como dice thornado has hecho que bajara contigo mientras leia ese estupendo relato.
Por cierto que envidia leer que a las 10 te ibas a la cama ya hubiese querido yo acostarme a esa hora el viernes, tengo muchas ganas de hacer una marcha por ahí arriba pero con el trabajo que tengo......
Un saludo campeón.