miércoles, 9 de junio de 2010

Los 10.000 del Soplao


Viernes 4 de junio. Allí vamos para Cabezón de la Sal, para afrontar los 10.000 del Sopla. Mis condiciones físicas no son muy buenas, ya que llevo toda la semana con un fortísimo dolor de piernas debido a una contractura muscular de caballo, que me impide flexionar la pierna, pero las ganas de estar en la salida son mayores que el dolor.
La noche la paso preocupado con el dolor de mi pierna pero no puedo hacer nada, solo esperar a ver como me responde por la mañana.
En la salida me junto con el grupo de Flandes (el de Javito) Saludos y nos contamos las penas, (Javito esta chungo del estomago).

Se da la salida y aunque es neutralizada durante 15 Km. se va a 40. Prefiero no forzar en la salida e ir calentando un poco la musculatura, pierdo las primeras unidades del pelotón y me quedo cerrando la carrera, me cuesta aguantar el ritmo debido al puñetero dolor de mi pierna, creo que me voy a tener que quedar en el pueblo. Voy aguantando como puedo a cola.

El primer repecho lo paso con dificultades pero vamos aguantando, asíque sigo para adelante esperando que el dolor vaya a menos.

Pasamos San Vicente de la Barquera en un pequeño grupo de seis, al que me he podido unir. En la salida del pueblo, nos espera un repechon de unos 2 Km. En el alto veo un grupo muy grande y decido ir a darles caza, pongo un ritmo muy fuerte en la subida, cuando me doy cuenta estoy solo, nadie del grupo me ha podido seguir, antes de llegar a Unquera ya les he cogido, ahora ya voy mas contento y sin tanto dolor.
Mas adelante vemos un grupo mucho mayor, al cual damos caza y hacemos un grupo muy numeroso.
Llegamos a uno de los puertos de la jornada, corto pero con unas rampas de consideración, 19%, alto de Abanillas de 3ª, y con la carretera muy descarnada. En sus rampas está el amigo buje de animador con el maillot del foro haciendo fotos, nos saludamos y le digo que me saque guapo en la foto. Coronamos el puerto y descenso con curvas peligrosas para después de un terreno pestoso, encarar el puerto de segunda el collado de Ozalba, aquí empiezo a sentirme mal, noto que las piernas ya no me responden, no puedo poner el ritmo que a mi me gustaría, y me empiezan a pasar muchos ciclistas. Alarma alarma, algo me está pasando, las piernas están diciendo basta, mis músculos están agotados. De repente oigo una voz que me dice…Ess culotte me suena… es el Pirata, nos saludamos, el quiere estar a mi lado pero le digo que es mejor que tire, que voy muy mal, y lentamente veo como se va alejando de mi, una lástima no haber podido seguir con él. Gracias compañero por querer esperarme, en otra ocasión seguro que vamos juntos.

Después de un descenso técnico, y con la niebla que hace acto de presencia, llegamos al avituallamiento en el cual me doy un pequeño desayuno con unos sándwich y una coca cola, y seguimos para delante, y aunque veo que mis piernas están completamente vacías, hay que seguir.
Nos enfrentamos a otro puerto, El collado de Carmona, y como dicen los veteranos de la zona. Carmona no perdona. Penosamente corono el puerto sin poder aguantar la rueda de nadie de los que me pasan. Descenso hacia Puentenansa para coger la carretera que va hacia el puerto mas largo del día, Palombera, un puerto muy bonito pero largo, 22 Km.
Quiero subirlo, quiero acabar la marcha pero me pasan hasta los caracoles, a los dos kilómetros de ascensión, pienso que lo mas sensato es dar la vuelta e ir en dirección contraria hacia Cabezón de la Sal, desde aquí son 20 Km., de la otra manera me quedan 60 km que en mis condiciones lo puedo pagar muy caro. Con mucha pena decido dar la vuelta.
Voy en dirección a Cabezón de la Sal absorto en mis pensamientos, cuando de repente se me acerca un señor mayor en bici y me pregunta, eres de la carrera, le digo que si pero que yo me he retirado, el hombre va charlando un rato conmigo, y me dice, bueno me marcho, a ver si me dan algo de comer que todavía me queda una hora, y el hombre se va alejando de mi con su tran tran, y yo no tenia fuerzas ni para seguir su ritmito.

Una vez en el hotel me cambio y voy a la línea de llegada a ver a los héroes del día.

Veo a javito andando y le pregunto que tal le ha ido y me dice que se a tenido que retirar en Palombera, que estaba muy jodido del estomago.

Una vez que van llegando los Flandes nos vamos a comer la pasta y la cerveza que dan en la carpa, después a echarse una siesta .Yo creo que después de retirarme con 150 Km. encima me la merezco.
Por la tarde noche quedamos para cenar todos los Flandes, y eso ya es otra historia, una mariscada de carne que no te digo na. . Me salía la carne hasta por las orejas, hasta javito con su dolor de tripa se puso ciego. Como javito y yo estábamos tristes por no poder terminar la marcha esa noche quemamos Cabezón. Cerramos todos los garitos de la zona y nos bebimos todos los gintonis del pueblo, y menos tabaco fumamos de todo, ahí queda eso.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No veas lo que fastidia eso, ir a una marcha con ilusión y luego no poder acabarla, pero que se le va a hacer es parte de nuestra locura, al menos en la marcha de la cerveza si que lo hiciste bien, eso de la mariscada de carne si no te importa voy a intentar ponerla en el restaurante que trabajo, el plato se llamara MARISCADA DE CARNE AL ESTILO ELADIO.
Un saludo fiera