viernes, 6 de julio de 2012

Desafio Fragas Do Eume 2012












Segundo año consecutivo que participamos en esta marcha. El año pasado me acompañó mi compañero Héctor y este año fuimos los tres mosqueteros: Héctor Pablo y yo.



Pablo, como el año pasado fue papá, lo tiene un poco más complicado para salir a entrenar, y a pesar de que nos ha cogido unos kilitos de más, es un sufridor y me hace pasarlo mal en las subidas, pero no me preocupa mucho, porque como dice que va a vender la bici y dedicarse a otros deportes menos sufridos como el padel, el golf, nadar, pasear…vamos que no le veo.



Después de un café calentito para entonar el cuerpo ya que hacia frio, nos dirigimos a la línea de salida, allí nos congregamos cerca de doscientos ciclistas y a la hora prevista tomamos la salida.



La marcha es neutralizada hasta unos cinco kilómetros, en ese punto cada cual pone su velocidad. Algún decidido intenta saltar del grupo y comenzamos a jugar a ciclistas ( que es lo que gusta ). Se hace un pequeño corte de unos cinco locos, entre ellos, yo.



Aquí Hector y Pablo se quedan cortados en un grupo, ya no volveré a ver a Héctor hasta el kilometro 60, que es cuando me daría caza para hacer un tramo del recorrido conmigo y en unos repechos dejarme tirado sin tener compasión de mí, y es que está hecho un CHAVALIN.



En este punto ya me quedo solo y todo el tramo que me queda lo hago en solitario hasta que en los últimos cuatro kilómetros de ascensión al Caxado oigo la dulce voz de mi amigo Pablo.



Y en su compañía y en la de la lluvia que hace acto de presencia, entramos en meta.



Después de una ducha reconfortante y un poco de paella y lacón volvemos a casa satisfechos en cómo a discurrido la marcha. Este año tardé 11 minutos menos que el año pasado.
Héctor
                                                                 Pablo
4 horas 13 minutos, y eso que entrené menos que el año anterior. Porque será...



martes, 3 de julio de 2012

Desafío Valgrande Pajares 2012

Mes de desafíos: Tres en uno.
Desafío Valgrnade Pajares, Desafío Fragas do Eume y Quebrantahuesos. Comencé el mes de junio con el propósito de hacer estas tres marchas, coincidían una cada semana, la primera el 9, la segunda el 16 y la tercera el 23. Pensaba que podría hacerlas sin problemas de recuperación, y así fue. El desafio Valgrande era su segunda edición, el año pasado no la hice pues decidí hacer la Sierra Nevad Limite, pero en está ocasión me decidí por la del territorio Asturiano. Llegue el viernes por la tarde, el viaje lo hice con un amigo que conoci en un foro y me invito a realizar el viaje juntos. Este hombre que se llama Arturo, resulto ser un maquina master 40 campeón gallego. Fuimos charlando de ciclismo y muchas cosas más. Cuando llegamos a la estación de esquí, la niebla no dejaba ver más allá de nuestras narices, lo primero que pensamos fue que como no se disipase la niebla por la mañana seria muy jodido, tanto por la visibilidad como por el frio. Llevamos las cosas a la habitación del alberque, el cual tendríamos que compartir con unos cuantos ciclistas más Después de la cena nos fuimos a dormir, ya estaba todo el mundo en cama. Nos levantamos a las 7,30. Lo primero mirar por la ventana, el cielo estaba despejado y de la niebla no quedaba nada, bueno solo se quedo el frio, con 3 grados de temperatura en la estación hubo que abrigarse como si fuese invierno, excepto algún valiente que fue capaz de salir de corto. Yo con perneras manguitos y cortavientos y aun tiritando. Se da la salida y comenzamos descendiendo el puerto de Pajares en dirección a León par meternos en unas carreteras estrechas y algo botosas con algún repechillo que hace que empecemos a tener calor, aunque el día esta gris y el sol no tiene pinta de que valla a salir. Me quito el paravientos y se lo doy a un coche de la organización ( Spiuk ) nunca más volveré a ver mi paravientos. Mala decisión. La marcha transcurre por unos parajes muy bonitos, realmente son espectaculares, está zona no la conocía.
Ascendemos el alto de Araya, un puerto cómodo, sin grandes dificultades, carretera algo descarnada, pero como es en subida no hay mucho problema, el descenso un poco peor, pero sin consecuencias. Pasamos a una carretera con un firme bueno y en una grupeta nos acercamos a la vertiente leonesa del puerto Ventana, este ya es un poquito más exigente. En el alto hace frio y comienza a llover un poco. La vajada de este puerto ya la conozco, pues lo he ascendido y descendido en tres ocasiones, se que es un firme en malas condiciones y con curvas con mala leche asi que me tomo la bajada con calma, el frio hace que no sienta las manos, y con el traqueteo de la carretera todavía hace que me duelan más. A medida que vamos descendiendo se nota que la temperatura va cambiando y se hace más agradeble el descenso. Este puerto es largo, tiene 25 km de descenso y solo estoy deseando de llegar al llano. Entro en el pueblo y paro en el avituallamiento a comer y beber algo, hay un grupo parado y entre ellos está Chechu Rubiera, espero a ver si se deciden a arrancar pero como no tienen mucha prisa decido tirar en solitario. Llegando a los pies del puerto de la Cobertoria me coge el grupo que estaba en la Plaza, aquí comenzamos a subir en grupo, pero poco a poco el puerto pone a cada uno en su sitio. El puerto se hace duro y largo, los últimos kilómetros son exigentes, un largo descenso muy pronunciado y con curvas muy cerradas nos lleva hasta Pola de Lena, aquí un llano pestoso nos deja a pies del puerto de Pajares. En compañía de un grupo reducido vamos subiendo, y poco a poco se van quedando corredores, al final cada uno con las fuerzas que tiene va comiendo kilómetros a este puerto. Las rampas más duras están en sus últimos kilómetros. Rampas del 13, 15, y 17 %. Cuando crees que ya se acaba, el desvío hacia la estación de esquí te recuerda que todavía te queda un tramo al 13%, pero una vez pasado este tramo un ligero descenso nos lleva a la meta que la cruzo feliz de terminar el desafío con un tiempo de 6 horas 52 minutos.